Rosquillas de San Isidro

Esta receta va dedicada a una amiga que la semana pasada me pidió que enseñaran como se hacen.

Hoy es la fiesta de San Isidro en Madrid, y aunque hay muchas más cosas típicas, he querido preparar estás auténticas rosquillas, las de siempre.

Para los que no conozcáis estas fiestas, ya desde el siglo XVI se iba a merendar al césped de la pradera, beber "el agua del Santo", que es un manantial anexo a la Ermita de San Isidro y comer rosquillas, "torraos", garrapiñadas, manzanas caramelizadas, encurtidos y escabeches. Hoy en día se ha generalizado a toda la ciudad de Madrid con muchas actividades como conciertos, bailes, actos deportivos y con gastronomía típica como son los entresijos, gallinejas, y sin faltar lo anteriormente dicho. Bueno, esto seguramente mi amiga lo sabe mucho mejor que yo, que es o más bien va a ser historiadora.

Y ahora vamos a ver que son estas rosquillas. Podemos encontrar 4 tipos, que aunque su masa es la misma, la cubierta cambia.

1. Rosquillas "tontas": Se las denomina así porque solo llevan por encima un poco de huevo batido, es decir, no llevan en verdad nada.
2. Rosquillas "listas": Todas comparten la misma masa, pero esta lleva por encima un glaseado normalmente aromatizado con limón, pero pudiendo ser de más sabores y colores.
3. Rosquillas de Santa Clara: Estas llevan una capa de merengue seco por encima.
4. Rosquillas francesas: Antes de cocerlas en el horno, llevan un rebozado de almendras en cuadritos.

Como ya sabemos que son las rosquillas, y cuales son cada una, os voy a enseñar la masa básica para hacer las tontas que son las que he hecho y las que más me gustan.

INGREDIENTES: para unas 12 rosquillas

• 330 gr de harina
• 3 huevo enteros y 2 yemas más
• 100 gr de azúcar
• 2 o 3 cucharadas de anís verde 
• 130 gr de aceite de oliva suave
• 1 huevo y 1 yema más para pintar
• Opcional: 1 cucharada pequeña de levadura

PREPARACIÓN:

1. Mezclamos y batimos perfectamente los huevos y las yemas con el azúcar hasta que haya espuma. Después agregamos el anís y el aceite y volvemos a batir todo bien.
2. En una superficie limpia, tamizamos la harina y formamos un volcán. En el centro colocamos la mezcla anterior y vamos integrando la harina hasta que nos quede una masa que no se pega ni en la mesa ni en las manos. Si ves que necesita un poco más de harina, no pasa nada, pero no eches en exceso porque puedes quedarse después un poco mazacote.
3. Una vez esté la masa lista, aceitamos un recipiente y la masa con las manos y dejamos que repose entre 10 y 30 minutos. Todo depende de si le has añadido la levadura, del ambiente donde cocines, etc. Yo la deje 20 minutos para descansar y no tengo queja.
4. Nos pringamos las manos otra vez con aceite y partimos la masa en 4 partes. Amasamos cada parte por separado unos 5 minutos y después volvemos a juntarlo todo.
5. De esa masa hacemos 12 trozos que más o menos tengan el mismo tamaño. Si quieres ser exacto, que pesen más o menos 70 gr cada parte, pero a ojo se hace también bastante bien. Formamos cilindros alargados que después unimos entre ellos formando la rosquilla.
6. Encendemos el horno a 250ºC y pintamos cada rosquilla con el huevo y la yema batidos. En cuanto hayamos pintado las rosquillas, bajamos el horno a 230ºC y las introducimos hasta que se pongan doradas y se empiecen a cuartear, más o menos unos 10 o 15 minutos.
7. Deja que se enfríen y ya las tienes listas para disfrutar de las fiestas.

He de deciros, que por probar, a 2 rosquillas les añadí unas pocas almendras en cuadraditos por encima para hacerlas francesas, y quedaron geniales, pero cuando me quise dar cuenta, ya se las habían comido!!

Pues nada más que añadir, excepto que son ideales acompañadas de una buena limonada fresca dando un paseo por Madrid vestido de chulapa o chulapo.

Espero que os hayan gustado, y en especial a ti Bea, y que las disfrutéis!!
Un beso a tod@s!!