Galletas de mantequilla para un día especial

Se acerca San Valentín, y que mejor manera de darle una sorpresa a esa persona que más quieres, que con un desayuno con galletas hechas por ti.

Yo por norma general, nunca he celebrado este día de manera distinta a como lo hago otros días, porque soy de las que pienso que si quieres a alguien no tienes que esperar a San Valentín para demostrarlo, pero ya que estamos, si te apetece hacer algo especial, creo que es una de las mejores maneras, hacer que tu "amorcito" empiece el día con una sonrisa, ¿No te parece?. Pues vamos a ver como se hacen:

INGREDIENTES:

•  200 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
• 200 gr de azúcar blanco
• 400 gr de harina de trigo (yo usé 250 gr de harina normal y 150 gr de harina de repostería)
• 1 cucharada de esencia de vainilla
• 1 huevo mediano

PREPARACIÓN:

1. En un recipiente cortamos la mantequilla en dados y le agregamos el azúcar. Mezclamos con ganas hasta conseguir una consistencia como de migas. Le agregamos el huevo batido con la esencia de vainilla y volvemos a batir hasta que esté todo bien ligado.
2. Vamos incorporando la harina tamizada poco a poco hasta conseguir una bola consistente que podamos manejar con las manos.
3. Colocamos la masa sobre papel para hornear y la estiramos con un rodillo hasta que tenga algo menos de 1 cm de grosor. La metemos en la nevera al menos 30 minutos y después las cortamos como más nos gusten. Una vez cortadas, las volvemos a introducir a la nevera 30 minutos (yo las tuve más de 1 hora).
4. En una bandeja de horno, colocamos las galletas con el papel vegetal y horneamos a 180ºC de 10 a 15 minutos o hasta que compruebes que están los bordes dorados. Deja que se templen un poco en la misma bandeja porque estarán blandas. Pasados unos minutos, las trasladas a una rejilla para que terminen de enfriarse y ya están listas!.

Estas galletas puedes consumirlas tal cuál salen del horno, o puedes rellenarlas de mermeladas, compotas de frutas, chocolate, nutella, dulce de leche, de lo que más le guste a tu pareja, y para conservarlas hasta que las vayas a usar (vamos que las puedes hacer 1,2 o 3 días antes de San Valenín pero sin rellenar hasta el momento de servirlas) las metes en un tupper de plástico o cristal hermético, y ya verás que están como el mismo día que las hiciste.

La receta está sacada del fabuloso blog de Alma, Objetivo: Cupcake perfecto.